ON ICE

¡Momento cursi! Fue una de las frases que escuche durante el lapsos de tiempo que estuve en aquel bar.

La tarde noche partió fuera de lo común. Fui invitado a dar una entrevista para un proyecto de investigacion en psicología comunitaria. Lo que se pensó que duraría una hora máximo, se extendió durante mas de tres horas. Fue interesante discutir temas que la mayor parte de las veces solo piensas, pero esta ves sentías que a cada pregunta y una de tus respuestas estaba sustentada en creencias de las cuales no eres el único en cuya cabeza dan vueltas. La entrevista termino, tenia que llegar al cumpleaños de un amigo. Era un bar común y corriente, con gente que no conocía y con gente que si conocía. El grupo era variado, entretenido y distendido, todo estuvo lleno de risas, comentarios alegres y buena compañía.
Había dos individuos que nunca en mi vida había visto.
Al principio pensé que esos dos tipos eran amigos de alguien ahí, pero en realidad eran dos personas que estaban en el bar y se acercaron a la mesa. Eran simpáticos, no puedo decir lo contrario. Lo gracioso fue cando se empezó a hablar sobre tendencias sexuales. Ellos se confesaron heterosexuales, pero un rato despues esos labios estaban sobre los de otro hombre.
Retrocedí hacia los temas que se habian tratado durante la entrevista.
¿Un hombre heterosexual confiesa haber tenido contacto homo erótico?
En lo personal creo que no, la hombría en esta sociedad heterosexista esta determinada por el comportamiento aceptable, y ese comportamiento aceptable esta determinado por el no confesar lo que el resto no quiere escuchar.
Quizás ahí se fundan los comportamientos de segregación o de homofobia, cuando por el temor al rechazo fundamentado en el hecho de ocultar algún sucedo, se procede a reaccionar en contra, en base a los miedos propios, y el temor social.
La libertad de expresión y acción termina cuando la integridad de otras personas se ve afectada. Cuando el tema que no es tema se ve puesto en pantalla, la información se transforma, se degenera y solo se consigue crear mayor temor, mayor ignorancia, dando como resultado el dolor ajeno, lagrimas sin un porque digno, temor de valientes que asumen sus riesgos, y las carcajadas de aquellos ejecutores que haciendo daño son aceptados socialmente y camina con la frente en alto, cuando por sus venas corre sangre con olor a mariconeria.